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Al concluir la segunda semana de intensas lluvias, en una de las temporadas invernales más frías y atípicas en la Sierra en las últimas décadas, Quito aún no pasa la prueba de calidad de su infraestructura de prevención de riesgos por deslizamientos.

Así quedó demostrado la tarde de ayer con dos derrumbes de lodo y piedras sobre las Avenidas Sena y Oriental. Dos de las vías de descongestión de miles de vehículos en el sur y nororiente de la ciudad.

Cerca de las 13:00 el muro de contención de la avenida Sena, a la altura de la intersección con la Maldonado, se desplomó sobre cuatro vehículos particulares que en ese momento transitaban en sentido norte-sur. A la hora del siniestro en el carril sur-norte, el más cercano al muro hoy desplomado, no había circulación vehicular.

Se trató de una ‘desgracia con felicidad’, según reportó el Cuerpo de Bomberos. Los ocupantes de los automotores salieron ilesos en medio de toneladas de escombros. “No queremos ni imaginarnos lo que hubiese pasado si esto sucedía en una hora pico con miles de vehículos circulando”, expresó uno de los bomberos que a los pocos minutos acudió al sitio.

La circulación por esta vía permanece suspendida hasta que personal de obras públicas retire los escombros y realice una primera inspección del muro para garantizar que no haya más derrumbes. Para la primera hora de hoy está citada al Cabildo la constructora que se encargó recientemente de la reparación del muro.

En la avenida Oriental, entre la avenida Granados y la vía a Tumbaco también se produjeron dos deslizamientos menores que no ameritaron la suspensión del tránsito.

Via | LaHora
Foto | NoticiaDeImpacto

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